El ACV, dependiendo de la zona del cerebro que se vea afectada, puede producir dificultades en el lenguaje, en algunas o todas de las partes que lo componen, expresión, comprensión, lectura y escritura, por lo que la persona puede tener dificultades para expresar sentimientos, pensamientos, opiniones, ideas y necesidades básicas (como alimentarse, sensación térmica, entre otros). A estas alteraciones lingüísticas se les conoce como "Afasias". En cuanto al habla, se pueden producir problemas a nivel de articulación (alteracionen en la movilidad de músculos de los labios, lengua), lo que se conoce como "Disartria". Además se pueden provocar alteraciones en la memoria, atención y con mayor frecuencia, en el movimiento y la sensibilidad (visual, tacto).
Se puede producir el fenómeno “de la punta de lengua”, es decir, la persona al intentar decir algo no encuentra la palabra correcta “en su mente”, esto se produce por la “anomia” o incapacidad para recuperar palabras almacenadas en la memoria. Ésta puede ser de leve a severa, dificultando la comunicación de la persona con el medio. Esta alteración es característica de la conocida "Afasia Anómica".
Otra alteración en el lenguaje expresivo se podría dar por una "agramaticalidad" o el no respeto de las reglas gramaticales de la lengua española, donde comúnmente la persona habla con muchos sustantivos, pero sin nexos gramaticales (artículos) que hagan de lo dicho algo coherente y facil de entender. Esta alteración lingüística se destaca en la "Afasia de Broca".
La articulación también se podría ver afectada, evidenciándose una pronunciación forzada, lenta o imprecisa dependiendo de las áreas afectadas por el ACV. Se producen dificultades para pronunciar claramente por problemas en el movimiento de la lengua y los labios, que son los que influyen en un habla clara y una buena articulación. A lo anterior se le conoce como "Disartrias", que pueden tener distintas características según el sitio cerebral afectado.
En cuanto a la comprensión, las personas afectadas de daño cerebral, se podrían ver limitadas para comprender desde palabras sueltas y frecuentes, hasta oraciones o conversaciones. Esta dificultad es característica de la "Afasia de Wernicke", la cual además incluye problemas en la expresión del lenguaje ya que suelen sustituir unas palabras o letras por otras.
Esto se acompaña de dificultades en la lectura, la persona en algunos casos no podrá leer textos, ya que pierde la capacidad de reconocer las letras, podrá en algunos casos escribir pero se verá incapacitado para leer sus propios escritos, y en casos más severos la persona no podrá leer, ni siquiera palabras sueltas y frecuentes.
Ya que el infarto cerebral también produce problemas motores, como hemiparesia de un lado del cuerpo, donde la persona pierde sensibilidad y fuerza en la mitad del cuerpo (cara, brazo y pierna), se dificulta la marcha y el uso del brazo afectado. Si hablamos del brazo derecho, las personas diestras no podrán escribir, o realizar cálculos numéricos escritos.
Es importante recalcar que las alteraciones anteriores, pueden darse más de una en las distintas Afasias nombradas, cuales sean y si esto se da, dependerá de la severidad. Mientras más áreas cerebrales estén alteradas, más severo se hace el cuadro y más elementos se ven afectados. Las alteraciones más severas, en las cuales se observan todos las características ya nombradas, son las llamadas "Afasia No Fluente Mixta" y "Afasia Global".
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